Nuestra inspiración
Somos un pequeño proyecto que se originó del deseo de dos amigos de reconectar con la historia del oasis del este mendocino, reivindicando la calidad de sus vinos mediante el impulso de una nueva propuesta vitivinícola.
Enamorados del lugar por su natural belleza enmarcada por los Andes mendocinos, adquirimos a principios de 2017, la finca a la que bautizamos La Luci.
Comenzamos con los trabajos mejorando los antiguos espalderos de Malbec de 1915 y parrales de Chenin de 1992.
En 2018 decidimos vinificar unas pocas botellas de Malbec, para degustar entre amigos y familia. Su aceptación y buenos comentarios, nos motivó hacia el apasionante mundo de la elaboración de vinos.
Para ello consultamos al enólogo Juan Manuel González, quien aceptó el desafío de integrarse al proyecto. En ese momento nació Jarillo.